¿Te imaginas la gran cantidad de
dinero que puedes llegar a ahorrar si en lugar de pagar hoteles caros en un
viaje te quedas la noche en una casa particular o si en lugar de tener que
comprar un artefacto carísimo para realizar una tarea específica que
probablemente sólo realices una única vez consigues obtener el mismo artículo
“prestado” por un precio cómodo?
Si los escenarios anteriores te
han parecido agradables déjame decirte que hoy en día son una realidad que en
muchos países, sobre todo en los desarrollados ya se está llevando a cabo, no
hablo de otra cosa más que de la creciente Economía Colaborativa.
La economía colaborativa es el
tipo de sistema económico cuya motor principal no se basa en la compra y venta
de bienes y servicios, sino en la adquisición de unos cuantos para luego
compartirlos de manera mutua con los demás. Es una propuesta novedosa de
compartir los bienes frente a poseerlos, en donde se promueve el sentido de
solidaridad y convivencia con los demás miembros de nuestro entorno.
La idea de este nuevo modelo
económico no es nueva, pero la forma en se emplea actualmente si lo es, ya que se ha
valido en gran parte de los avances tecnológicos, desde la época de los 80’s
cuando el capitalismo salvaje intento a través de todos los medios, sobre todo
con publicidad excesiva inculcarnos una cultura consumista que hasta el son de
nuestros días seguimos alimentando con la gran cantidad de artículos
innecesarios que compramos, ya habían personas tratando de escapar de una forma
astuta a dicho régimen consumista, pero no fue hasta el nuevo siglo, con la era
de la economía digital que la economía colaborativa empezó a tomar auge y desde entonces ha venido
creciendo con un mayor número de personas que se suman a la idea de compartir
lo que ya poseen en lugar de adquirir más.
La razón por la cual la economía
colaborativa se desarrolló bastante bien con la venida del internet es que
permite agregarle el elemento que le faltaba en años anteriores, el cual consiste
en una correcta red de información o registro detallado de que bienes y servicios
posee cada quien y los demás para prestar. Sin lugar a dudas vivimos en una
época donde la información es sinónimo de poder, en este caso de poder
económico.
Un Ejemplo de economía
colaborativa es la plataforma CampInMyGarden donde existe la posibilidad de
alquilar el patio de determinadas casas como sitio para acampar, muy útil
cuando decidimos irnos de viaje y queremos vivir una experiencia agradable y barata.
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